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BAM! 2024 por Francesco Lotta

Estaba preparando el guión de la el programa en directo cuando uno de mis editores me habló de este evento, festival, y/o encuentro que se celebraría en Mantua, Italia. “Una gran reunión de viajeros en bici”, me dijo. Mi atención, totalmente centrada en la elección de la música, fue captada inmediatamente por esa frase: “…viajeros en bicicleta”. Deejayontheroad, mi programa de radio en Radio Deejay (una de las cadenas de radio más importantes en Italia), es perfecto para este tipo de contenido ya que nuestro objetivo es contar historias de gente que han decidido cambiar su forma de ver la vida y viajar. Mi trabajo es escuchar y relatar esas aventuras. Qué oportunidad tan perfecta, pensé. Enviamos un correo electrónico a la cuenta oficial del evento. En pocas horas conseguimos concertar una llamada telefónica con Andrea Benesso, una de las dos mentes brillantes detrás de BAM! (Bicycle Adventure Meeting), junto a Eleonora Bujatti. “¡Nos vemos en Mantua!” dijo al final de nuestra charla, haciendo mención al lugar elegido para llevar a cabo el evento.

Hasta la fecha, estaba demasiado ocupado buscando silencio y soledad para colarme en una fiesta como esa. Durante estos últimos años he visitado Alaska, Australia, Islandia, Noruega y Jordania. Siempre mirando hacia adentro, hacía mí interior y aún no estaba listo para mirar hacia afuera. Mientras tanto, entre pedalada y pedalada, y de un año para otro, la gente de mi entorno y los amigos con los que comparto la pasión por la bicicleta, seguían animándome para asistir: “¡Tienes que venir al BAM!”.

“¿Por qué debería unirme a una reunión donde, en lugar de montar en bicicleta y apreciar la naturaleza que nos rodea, convirtiéndose en una parte integral de este hermoso planeta que tenemos la suerte de habitar, la gente se centra en la potencia, las carreras y el rendimiento?” Me preguntaba. Esta pregunta se basaba solo en suposiciones y prejuicios completamente erróneos.

No estamos solos

Tengo muy claro lo que significa viajar, sobre todo en bicicleta. Puede que suene a cliché, pero creo que cada uno de vosotros sabe bien que este modo de viajar es económico, sostenible, ofrece enormes beneficios para la salud y le permite conocer a gente, y hacer amigos más cercanos de lo que imagina. Especialmente, cuando viajando despacio, con una tienda de campaña y todo lo imprescindible a mano. Todas estas características las experimentamos cada vez que nos subimos al sillín y decidimos emprender un viaje, ya sean meses o años en bicicleta alrededor del mundo o solo unas horas, tal vez un fin de semana a pocos kilómetros de casa.

Siempre pensé que esta idea no la podía entender nadie, o al menos muy pocos. Nunca he estado tan equivocado. ¡BAM! Es exactamente este pensamiento, esta idea, este sentimiento hecho tangible. Cuando, después de muchas dudas, decidí verlo por mí mismo en 2023 y mirar a los ojos de estas almas salvajes, me di cuenta de que la cerveza, la música alta y las risas escandalosas son solo una fina capa sobre lo que en realidad es un sentimiento común: el amor por encontrar a los demás, por compartir, lejos del rendimiento, de las carreras, o de los resultados. En BAM! Encontré sonrisas en cientos de hombres y mujeres que literalmente tienen la misma apariencia que he ido encontrando en mis viajes a lo largo de todos estos años.

Un lugar donde la bicicleta es sin duda la estrella en torno a la cual gira todo, pero no se lleva todo el protagonismo. Es como el fuego durante las noches frías que pasas en una tienda de campaña, está ahí, calentando a todos, pero nos centramos únicamente en él. Todos se sientan en círculo, sintiendo el calor, es como una presencia invisible y consciente pero que no exige atención. Allí, las conversaciones no son sobre bicicletas, sino sobre la propia gente. ¡Y la gente hace BAM!

Personas e historias

Y donde hay gente con algo que compartir, hay historias. Esto es lo que más me gusta: escuchar y contar historias. ¡Todos los viajeros que se han puesto a prueba al menos una vez en la vida han pasado por BAM! Y no creas que sólo te encontrarás con viajeros con miles de kilómetros en las piernas. Eso será una simplificación. Durante los tres días que dura el encuentro, asistirás a charlas con atrevidos ciclistas de fin de semana y humildes ultraciclistas que han viajado por el mundo al menos dos veces. Participas en clases de yoga, puedes beber mucha cerveza, bailar hasta que ya no puedas levantarte de la esterillaa de tu tienda, compartir consejos con otra gente, o unirte a talleres prácticos. También podrás conocer a quienes, como yo, viajan por pasión y no sólo cuentan historias en la radio sino también detrás de la cámara. También puedes estrechar la mano de alguien que hizo o que hará que tu vida cambie.

“Tratti Patagonia”

Tuve la suerte de participar como invitado junto a mi hermano de otra madre, Dj Aladyn (trabajamos juntos en mi show), en la edición del año pasado de BAM!. En aquella ocasión le di la mano y charlé por primera vez con Willy Mulonia. Willy es un alma increíble que, después de andar en bicicleta en solitario desde Ushuaia hasta Prudhoe Bay, decidió iniciar su propia agencia y dejar que miles de viajeros de todo el mundo experimentaran las emociones que sintió en ese mismo viaje. La magia había comenzado.

En mayo tuve la suerte de conocer a Paolo Penni Martelli. Su fotografía no sólo captura bicicletas, paisajes, cielos estrellados y viajeros; ve las fotos incluso antes de presionar el botón del obturador con su ojo agudo y preciso.

Sabía que teníamos un conocido en común y no pude resistirme. «Penni, ¿qué piensas de Willy?» Su rostro floreció. Las coincidencias no existen.

Nosotros, tres amigos lejanos, enamorados del sudor y del viento, partimos en febrero pasado hacia Sudamérica, hacia la Patagonia. La idea que tenía en mente y que inmediatamente compartí era simple: queríamos crear el primer documental de viajeros en bicicleta que contara historias, no hechos. Proyectar el film en BAM! era, sin duda, la prueba que necesitaba para ver si habíamos logrado el objetivo. Ver a más de cien personas sentadas atentamente durante aproximadamente una hora bajo la carpa instalada en Campo Canoa en Mantua fue realmente emocionante. Pero lo que fue aún más emocionante fue escuchar el generoso aplauso al final de la proyección. Inmediatamente le envié un mensaje de texto a Paolo mientras abrazaba a Willy, que estaba sentado a mi lado: “Fue maravilloso, Penni”, y él respondió con uno de sus tantos gifs divertidos en WhatsApp. Sonreí, pero sabía que él estaba esperando leer esto de mí en su corazón: “El año que viene, tú también tienes que estar aquí; ¡El año que viene nos vemos todos en BAM!”